En cuanto me acosté en la mesa SET, sentí como si todo mi sistema nervioso respirara hondo. Las vibraciones recorrieron mi cuerpo como olas, liberando un dolor que ni siquiera sabía que contenía. Me fui sintiéndome más ligera, con los pies en la tierra y en auténtica paz.

He probado muchas modalidades de sanación, pero nada se compara con la Mesa SET. Es como si el sonido se convirtiera en parte de ti, masajeando tu alma y alineando tu energía. Pude sentir los cambios de inmediato, tanto en mi cuerpo como en mi corazón.

Después de una sola sesión en la Mesa SET, mi dolor de espalda crónico se alivió y dormí como un bebé por primera vez en semanas. No es solo alivio físico, sino también emocional y espiritual. Magia pura.

Me sentí contenida y nutrida de una manera que nunca antes había experimentado. La combinación de sonido y vibración me llevó a un profundo estado meditativo donde conecté con mi niño interior y sentí cómo se desvanecían capas de trauma. Gracias por este regalo.

Como terapeuta de polaridad, estoy en plena sintonía con el flujo de energía del cuerpo. La Mesa SET lo amplificó todo: pude sentir cómo el campo del cliente se abría más rápidamente, su resistencia se suavizaba y su respiración se profundizaba de forma natural. Es como tener un cofacilitador hecho de sonido e intención sagrada.